lunes, 12 de mayo de 2014

Evaluación y Manejo del Trauma Cervical

Cuenta la leyenda que el único que pudo vencer a Chuck Norris fue Bruce Lee, de hecho en Enter the Dragon (Operación Dragón) el chinito le saca la cresta y media...quebrándole el cuello.

En fin, hablaremos de Trauma Cervical desde el punto de vista de la medicina de urgencia, basándonos en una revisión del Clinics. No vamos a revisar el NEXUS ni el C- Spine Rule, eso es para una próxima entrada.

En general, el trauma cervical cerrado y penetrante puede variar desde patologías banales, hasta lesiones mortales, entre ellas, las lesiones de vía aérea, que requieren un diagnóstico y manejo por un equipo multidisciplinario (médico de urgencias, cirujano, ORL)
Las lesiones esofágicas son raras, insidiosas pero de altísima mortalidad cuando pasan > 24 horas hasta que se diagnostican.
Un 7% de las lesiones cervicales involucran estructuras críticas vasculares: arterias subclavias, carótida común, interna y externa. Estas lesiones también se asocian a una alta mortalidad: las lesiones raquimedulares y trombosis de las carótidas dan cuenta de un 50% de todas las muertes por trauma cervical cerrado y penetrante. 

Lesiones Aerodigestivas
Las lesiones penetrantes de la VA y del tracto digestivo son causadas por armas de fuego y heridas punzantes.
Incidencia variable: 0,09% a 5% según distintos estudios.
Las lesiones cerradas corresponden cerca del 5% de todas las lesiones cervicales.
Las lesiones aerodigestivas son raras, pero potencialmente fatales y requieren de un alta sospecha para su diagnóstico.
La oclusión de la VA es la lesión más rápidamente reconocible y mortal.
El mecanismo más común de trauma cervical cerrado (TCC) son colisiones de automóviles, por fuerzas rápidas de aceleración y desaceleración, o por impacto directo de la columna anterior sobre el respaldo o la consola, que aplastan la tráquea a nivel del anillo cricoides comprimiendo el esófago contra las vértebras cervicales.

El esófago también se puede lesionar por aumento de la presión intraluminal contra la glotis cerrada por mal uso del cinturón de seguridad.

La estrangulación puede ser resultado de colgamiento, sofocación por cuerda o manual o exceso de manipulación.

El mecanismo de muerte típico en los ahorcados es por aumento de la presión en las venas yugulares, alterando el retorno venoso desde el cerebro resultando en pérdida de conciencia. Luego, el paciente cae con todo su peso sobre la ligadura comprimiendo la tráquea y restringiendo el flujo aéreo, produciendo asfixia irreversible en minutos.
Los ahorcamientos (o maniobras de reducción con ahorcamiento) generalmente ejercen una gran fuerza logrando la oclusión de la carótida o provocando un reflejo carotideo.

Lesiones lineales pueden ser deportivas (rugby, artes marciales), motos todo terreno, etc. 
El resto de las lesiones se producen por golpes de puño, pie y otros objetos contusos.

Cuadro Clínico 
Siempre se debe tener en cuenta el mecanismo de la lesión, sea entregado por el paciente o por el equipo de rescate del PH.
Los pacientes pueden estar asintomáticos o en shock profundo por compromiso de la vía aérea.
Las lesiones penetrantes pueden manifestar disnea, ronquera, tos. La obstrucción progresiva de la VA de origen extrínseco, por ejemplo un hematoma, se presenta con patrón respiratorio anormal, estridor, disfonía, taquipnea y cianosis.
Otras alteraciones incluyen : enfisema subcutáneo, crépitos, distorsión de la anatomía anterior del cuello: asimetría, aplanamiento de la escotadura tiroidea, desviación de la tráquea.
La evaluación del trauma cervical cerrado comienza con la VA. 
Las lesiones sobre la glotis se presentan con enfisema cervical, obstrucción progresiva de la VA, disrupción palpable del cartílago tiroides, disfagia y ronquidos.
Las lesione infraglóticas pueden presentar hemoptisis, fuga persistente del TOT.

La lesión penetrante del esófago es difícil de detectar. >90% de los pacientes sobreviven si la lesión se detecta antes de las primeras 24 horas, aumentando la mortalidad en forma abrupta 2º a las complicaciones infecciosas como mediastinitis.
Pueden presentar: disfagia, odinofagia, sialorrea y hematemesis, con 80% de sensibilidad. Otros signos pero menos frecuentes son: crépito cervical o herida que succiona. 
El enfisema subcutáneo se puede ver en las radiografías.

Las lesiones cerradas de esófago son poco frecuentes. Se puede ver disfagia, sangre en la SNG y crépitos, indicando ruptura del esófago. Generalmente son sutiles, y mucho más en los ancianos y pacientes en TACO.

Diagnóstico

Lesiones penetrantes

Algoritmo para paciente estable 
Las radiografías de tórax son útiles como estudio inicial. 
El enfisema subcutáneo es el hallazgo más común en lesiones significativas del tracto aerodigestivo.

Una transección de laringe puede mostrar enfisema cervicofacial importante y profundo. Un lesión de tráquea se observa con enfisema profundo a nivel del mediastino sin neumotórax.

El TC multidetector ha cambiado el diagnóstico y manejo de las lesiones de penetrantes en el trauma penetrante cervical.
Puede identificar en forma precisa aire extraulmonar, visualizar directamente la pared de la tráquea, signos de herniación transtraqueal del cuff en pacientes intubados y posición del TOT.

Los pacientes estables con sospecha de lesión de la VA deben ser evaluados con radiografías, TC y broncoscopía. EL TC con reconstrucción en 3D puede identificar en forma precisa una lesión traqueal, pero la broncoscopía es el gold estndar.
El trago de bario, endoscopía flexible y rígida tienen una sensiblidad del 90% para detectar lesiones esofágicas. El TC multidetector puede identificar aire libre causado por ruptura o perforación del esófago, pero no es gold estándar. Según este estudio tiene una sensibilidad del 50% pero una especificidad del 98,4%.
La combinación de EDA + trago de bario esta indicado si existe alta sospecha de perforación esfofágica, aunque el TC esté normal.

Lesiones Cerradas

Las radiografías de tórax permanece como el estudio diagnóstico inicial en el setting de trauma principalmente para descartar neumotórax, hemotórax y neumomediastino.
El TC es el estudio inicial de elección en el paciente HDN estable. 
Puede diagnosticar el sitio de una ruptura traqueal con precisión, equivalente a una broncoscopía.

La nasofaringoscopía como evaluación preliminar de la extensión del trauma y para determinar la funcionalidad de las cuerdas, broncoscopía para examinar la laringe subglótica y esofagocoscopía para evaluar la mucosa esofágica, se recomiendan para evaluar el trauma cervical cerrado que tienen signos de lesión. Adicionalmente se puede complementar con trago de bario.


Manejo
La evaluación rápida y precoz de la VA seguido por protección definitiva es lo principal en el manejo del trauma cervical, se cerrado o penetrante. Las hemorragias deben ser controladas y reemplazar con productos sanguíneos.
La mayoría de los pacientes con trauma cervical cerrado están con collar rígido, lo que complica la intubación. La tracción cervical en línea es un método seguro para estabilizar la CC durante la IOT. 
Mantenga la línea 
La técnica óptima para intubar un paciente con lesión cervical penetrante es por laringoscopía directa. El timing para intubar en estos casos aún no está completamente claro, pero se debe anticipar distorsión de la anatomía cervical que puedan dificultar o impedir la IOT, con la necesidad de VA quirúrgica.
La RSI es segura utilizando un BNM de corta duración con un agente inductor, se prefiriría la SCh. Si la tráquea puede visualizarse a través de la herida se podría intubar a través de esta vía. En casos de IOT ciega frustra se puede utilizar bougie.
Otras alternativas a la laringoscopía directa son: fibrobroncoscopía flexible, videolaringoscopía.
La IOT nasotraqueal a ciegas ha sido históricamente desaconsejada por su alta tasa de fallos y complicaciones potenciales. Es razonable considerar esta técnica en el PH si la IOT de emergencia no es posible (90% de éxito con similar mortalidad y complicaciones)

La VA quirúrgica es el último recurso. La cricotirotomía u ocasionalmente traqueostomía pueden ser necesarias cuando hay alteraciones de la anatomía. El riesgo es abrir un hematoma contenido y transfomarlo en una hemorragia abierta activa. Los pacientes que presentan enfisema subcutáneo progresivo o mediastínico, disnea severa que requiere IOT y VM, hemorragia no controlada deben o fuga de aire por una pleurostomía deben ir directo a pabellón.
Lesiones Penetrantes de la Columna Cervical
Las heridas penetrantes por arma blanca son raras como causantes de lesiones cervicales inestables. Una lesión por arma de fuego debe fracturar una vértebra en dos columnas para crear una fractura inestable. Generalmente en estos casos, los pacientes presentan signos neurológicos.
Yo iba pasando no más y ....
Todos los pacientes con heridas cervicales deben ser evaluados con TC de columna cervical para descartar fracturas ocultas, manteniendo el collar rígido hasta que se descarte una lesión.
La laringoscopía directa con hojas Macintosh o Miller causa un mínimo movimiento de la CC en los pacientes sanos intubados en una tabla rígida (10º – 11º de movimiento). Se debe mantener la tracción en línea de la CC durante todo el procedimiento.

Lesiones Vasculares
La mayoría son causadas por cuchillos y heridas de bala de baja energía. La mortalidad varía entre un 2% - 6%, generalmente hombres jóvenes.
Lesiones vasculares significativas del cuello ocurren en aproximadamente 1% - 3% de todas las víctimas de trauma mayor cerrado, generalmente víctimas de accidentes vehiculares. Otros mecanismos son por atropello, caídas, asaltos y ahorcamientos. 
En todos estos casos la morbimortalidad es elevada en relación al trauma penetrante.
La mortalidad general para lesiones cerradas es de 20% - 30%. Además, un 37% - 58% de los pacientes quedarán con déficit neurológico permanente atribuible a isquemia del SNC.
En el trauma cerrado las lesiones de las arterias cervicales con causadas probablemente por desaceleración rápida causada por hiperflexión, hiperextensión y rotación. Estas fuerzas producen desgarros de la íntima formando pseudoaneurismas, disección, fistulas AV, transección completa y trombos, con oclusión atribuible a disrupción de una placa ateroesclerótica. Los ACV en estos casos serían 2º a oclusión de émbolo trombótico.
Cuadro Clínico
El reto para el médico de urgencias es detectar lesiones sutiles pero significativas que requieren alguna intervención. No como en este caso que tenía lesión de carótida y nadie se dio cuenta.
La presencia de signos categóricos ("Hard signs") al examen físico son indicadores de lesión vascular de alto riesgo. El déficit de pulsos no es un buen indicador de lesiones significativas. Un hematoma o equimosis es patognomónico de una fístula AV que requiere tratamiento quirúrgico.




Las lesiones vasculares cerradas que comprometen las carótidas o las vertebrales son raras y la presentación clínica es sutil y no específica. La identificación de los síntomas es generalmente tardía y casi 25% de los pacientes desarrollan signos y síntomas 24 horas post lesión. Una manifestación puede ser un ACV atribuido a un evento tromboembólico. La presentación clásica es una víctima de accidente vehicular de alta energía que llega neurológicamente intacta y que posteriormente desarrolla una hemiparesia.
Con los signos descritos en la tabla que está al lado derecho, 72% de las lesiones vasculares cerradas pueden ser identificadas antes que ocurra un déficit neurológico. La incidencia de lesiones vasculares cerradas en pacientes que presentan equimosis por el cinturón de seguridad en 3 veces mayor.
Las lesiones de arterias vertebrales están muy asociadas con lesiones de CC. Por otra parte 33% de las fracturas de CC se asocian con lesiones de arterias cerebrales después de haber descartado fracturas de apófisis espinosas. Las fracturas que comprometen el foramen transverso están presentes en 78% de estos pacientes, mientras que la subluxación se asocia al resto de las lesiones. Las lesiones bilaterales ocurren aproximadamente en 15% de todos los pacientes, y de estos pacientes 95% tienen lesiones de tórax o GCS <8.
Evaluación Diagnóstica
El angiograma convencional de 4 vasos es aún el gold estándar para evaluar lesiones de arterias carótidas y vertebrales, con una sensibilidad > 99%. Se puede observar disección, pseudoaneurisma, oclusión y transección.
La angiografía es cara, invasiva y requiere un radiólogo intervencionista, con 1% de complicaciones (punción, medio de contraste).
La angiografía por TC multidetector es sensible, altamente disponible y menos invasivo para evaluar pacientes en riesgo. Para trauma penetrante tiene una sensibilidad de 90% - 100% comparada con la angiografía convencional. En comparación con la angiografía convencional, la angiografía por TC multidetector tiene una sensibilidad de 68% y especificidad de 67%, lo que mejora con equipos de 64 canales.
La angioRM promete ser un método confiable para evaluar lesiones vasculares cerradas en pacientes HDN estables. Tiene una sensibilidad de 75% y especificidad de 67%, comparada con la angiografía convencional.

El US doppler es barato, no invasivo, pero la sensibilidad para lesiones vasculares es altamente operador depediente. En un operador entrenado la sensibilidad es de 90% - 94% v/s la angiografía convencional para lesiones que requerirán reparación quirúrgica. El US puede no detectar lesiones no oclusivas con flujo preservado, como flaps de la íntima y pseudoaneurismas. Sólo se pueden evaluar las carótidas común y externas.
Manejo
El manejo definitivo depende del tipo de lesión observada en la angiografía. En general, la reparación qurúrgica se prefiere a la ligadura, excepto en casos de coma.
La reparación quirúrgica en lesiones cerradas una opción para lesiones que pueden ser abordadas fácilmente, incluyendo resección, trombectomía y ligadura de lesiones que comprometen la carótida externa. Desafortunadamente, la mayoría de las lesiones comprometen la carótida interna, que es menos abordable. 
La terapia anticoagulante reduce la morbimortalidad en lesiones que comprometen las carótidas y las vertebrales. La tasa de ACV posterior en estos pacientes que estaban inicialmente asintomáticos se redujo > 75% cuando se inició la anticoagulación. La terapia antiplaquetaria es una opción cuando la anticoagulación esta contraindicada.
La angioplastia percutánea con stent post angiografía ha sido utilizada para lesiones cerradas persistentes de las carótidas, pero tiene el riesgo de ACV iatrogénico, por lo que no es ampliamente aceptada. Su indicación es mejor para lesiones de carótidas.
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